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A las 6 y pico

Sueño del tren

Sueño del tren

Venía caminando desde esas casas con forma de "A" que cuando era niño estaban casi al final de Francisco Salazar y que verlas desde el bus intercomunal significaba que estábamos saliendo de Temuco y empezaba el viaje a Imperial o Carahue. Crucé a la maleta por Francisco Salazar y enfilé por Montevideo, ese repecho que hay, por lo visto la intención era doblar en Uruguay para salir a San Martin y luego Andes, es decir, ir a casa, hoy la llamo la casa de los papás. La cosa es que no llegué a Uruguay, de pronto me encontré en un andén de tren, parecía que era un tren de vapor, el anden era de ladrillos rojos, me hizo pensar en la revolución industrial, el techo de la estación estaba todo negro. Subí apretujadamente como pude. Estaba lleno en vagón a pesar de que en el andén no vi demasiada gente, de hecho podia fijarme en la estructura de la estación, por eso veía los ladrillo rojos que me recordaron Liverpool, tal vez por eso lo de la revolución industrial. La cosa es que de pronto el revisor empezaba a revisar los billetes de los pasajeros, yo no llevaba ninguno, ¿cómo pude llegar hasta allí y subir al tren?, no lo sé. Sí sabía que si el revisor me atrapaba algo malo pasaría, sensación fue creciendo dentro de mi, me pasaría algo horrible si me pillaban, de pronto sentí que no el revisor no era una persona, sino que era "algo" que venía por mi me escabullí como pude del vagón y pasé al siguiente, y luego al siguiente y así hasta llegar al penúltimo vagón. No recuerdo si había gente en los vagones, no recuerdo los ruidos, ni el ajetreo de un tren, de hecho no recuerdo ni siquiera la sensación de movimiento, probablemente ni siguiera habíamos salido de la estación, pero tratando de llegar al vagón final pude ver por la ventanilla como había otro chico sumergido hasta el cuello en una especie de piscina, creo que era una piscina enorme con pequeños compartimientos y en un de ellos estaba un chico como yo, estaba atado y amordazado e inmovilizado pero él trataba de zafarse. De pronto vi que por un estrecho pasillito se le acercaron unas botas a la altura de la cabeza. Desde donde estaba debería haber visto quien era pero era como si de un plano cinematográfico se tratara mis ojos solo enfocaban la cabeza del chico amordazado y las botas, cuando de pronto una bota de alzó, no vi la patada en la cara, per sé que llegó, nadie hacía nada por ayudar a ese chico, y encima el algo se acercaba a mi, lo sabía, pensé en subir por el exterior al techo del tren, como en las películas, entonces desperté

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